En camino para coger el bus e ir al cementerio sentí un brazo rodear mi cuello y depositar un beso en mi cien. Tomé mi bolso con fuerza, para defenderme de ese sujeto. Había grandes posibilidades que fuera el hombre que me estaba acosando.
─ ¡Feliz cumpleaños Ambrouse! ─ Dijo Evan sobando mi hombro con la mano del brazo que tenía alrededor de mi cuerpo.
─ ¿Por qué no fuiste hoy a la escuela? ─ Pregunté acomodando mi bolso nuevamente a mi espalda.
─ Mi despertador no sonó, pero lo bueno es que ya estoy aquí, ¿No?
Evan de alguna u otra forma alegraba mi día, la única razón por la que iba a la escuela era por él.
─ ¿A dónde iras? ─Preguntó Evan después de haberme acompañado por un largo camino.
─ ¿Después de haber camino un gran pedazo? Grande Evan. ─ Ironicé dándole unas palmaditas en su hombro. Él río por mi respuesta.
Evan cambió su postura y su modo de caminar por uno mas elegante y arrogante.