Salí del baño a donde boté el preservativo. Vi a la secretaria actual acomodarse la ropa, ya me estaba cansando de follarla. La mujer sonrió y no le correspondí a dicha sonrisa. Tocaron a la puerta.
—¡Adelante!
El jefe de personal ingresó, detrás de él vi al jefe de seguridad y vigilancia. Le hice señas para que ingresara.
—Déjenme unos minutos a solas con el jefe de seguridad. Ahora nos reuniremos. Rina, adecúa la sala de juntas para la reunión con el jefe de personal. —Una vez a solas lo miré—. Dime.
—Me ha llegado un reporte de Turquía, van cinco días de no ver al joven Iskander salir a trotar como suele hacerlo todos los días.
—¿Estará enfermo? —ayer no me contestó, pero esta mañana me envió unos mensajes muy típicos de él.
—No hay indicios de ello.
—¿Margarita y mi hija?
—Ellas si se han dejado ver. También compraron tiquetes para los tres, salen hoy regresarán la otra semana. Viajan a Italia.
—¿Nada más ellos?
—Si señor.
—Gracias por el informe, diles a tus hombres que no deje