NATHALIE

—¡Nathalie! — Mientras me abraza fuerte, las lágrimas comienzan a salir de mí, siento el alma y el cuerpo desgarrados, debo calmarme, pero no puedo aguantar

—Lo importante es que estás bien, Marina

Ella me mira por un instante tomándome de los hombros.

—¿Por qué estás vestida de esta forma? Parece un disfraz de noche de brujas — Quise sonreír ante su ocurrencia, pero prácticamente habías sido así, tome el vestido más feo de la tienda, uno que hacía que pareciera una mala caricatura, no tenía ánimos de lucir nada que emanara luz, cuando al final solo siento que me ahogo en una profunda oscuridad.

—Me casé con Damián — Sus ojos se agrandan como platos, ante la noticia, y la entiendo porque hasta ahora ni yo me lo creo, acepte, no tuve opción no solo era por Marina sino por mi bebe y yo, aún recordar sus palabras me congelaban y erizaban la piel, como si una ráfaga de viento entrara por la ventana hasta mi columna vertebral

—Si usted se niega, no aseguro que su amiga salga con b