Mía y Samantha se ven muy felices, Alex, no lo demuestra, pero también lo está, ya que no se escapó ni dijo que NO cuando el cura preguntó si aceptaba a Samantha como su esposa, Fernando, por otra parte, no se veía muy feliz, pero tampoco se veía triste, es difícil de explicar, su expresión era neutra, me preocupa un poco porque Mía es muy explosiva, y él es un poco tímido, aunque dicen que los opuestos se atraen...

Ethan y yo nos acercamos a felicitarlos cuando termina la ceremonia...

—¡Felicidades hermanitos! —Les digo mientras los abrazo fuertemente a los dos...

Ethan igual hace con sus hermanos, aunque noto que le dice algo al oído a Fernando, que hace que este cambie su expresión y se sonroje un poco, conociendo el sarcasmo y el poco tacto de Ethan, no me quiero ni imaginar lo que le dijo...

—Gracias hermana, en serio estoy muy feliz. —Me responde Mía, y en serio se veía feliz, al principio todos pensamos que ella sería la que más daría problemas, pero no ha sido así,