—Hay alguien aquí que quiere verte —anunció Elena entrando a la sala.
Elaide miró en su dirección y su sonrisa murió al instante. Sintió como si su corazón hubiera dejado de latir y olvidó que debía respirar.
Detrás de su amiga estaba Ezio y la observaba con una sonrisa que le dejó una sensación de desconfianza.
¿Qué hacia allí? ¿Qué estaba tramando? Esa y muchas más preguntas se agolparon en su cabeza.
Jamás habría esperado verlo en su departamento y mucho menos un día después de su reencuentro.
—Buenos días —saludó él.
Jayden carraspeó para llamar su atención cuando no respondió. Su amigo había llegado esa misma mañana y hasta antes de que Ezio apareciera, habían estado haciendo planes. Se giró h