Pero  aproveche y como sé que a Mei le gusta mucho Kenshin, le puse como condición que yo iba si él iba conmigo. La cara de Mei era para un cuadro, y más cuando después de una pausa, finalmente dijo que si! 

- Gracias Ken, le dijo Mei en vos baja a él - y estaba totalmente ruborizada, aunque no haya levantado la vista del plato.

El resto de los amigos del curso de Kenshin también se invitaron. Él giro la cabeza hacia ella y fue una milésima de segundo pero volvió a mirarme y medio sonrió, sabía que lo había puesto en un aprieto y que seguro me las iba a hacer pagar pero sentía que había química y podía ser una buena pareja, aunque Kenshin ahora mismo estuviera en plan Padre y maestro, la realidad que no dejaba de tener 19 años y yo ya estaba cansada de solo pensar en escapar de mi padre y no poder disfrutar de mis recién estrena