Isabella estaba en el salón de la casa de Matthew, revisando algunos correos en su teléfono, cuando la puerta principal se abrió de golpe. Al levantar la mirada, vio a Rebecca entrando con paso firme y una mirada que hacía evidente que su presencia no era bienvenida.
—Oh, Isabella. No esperaba encontrarte aquí... otra vez — le dijo sonriendo con aire de superioridad Isabella mantuvo la compostura. Había aprendido a ignorar las provocaciones de Rebecca, pero esta vez algo en su tono la hacía querer responder. —No te esperábamos aquí, Rebecca. ¿Algo en lo que pueda ayudarte?— —Podrías ayudarme a entender qué haces aquí, jugando a ser algo que claramente no eres. ¿De verdad crees que puedes reemplazarme? — preguntó mirándola de abajo hacia arriba —No estoy intentando reemplazar a nadie. Si estoy aquí es porque Matthew lo quiere así, y no tengo que justificar mis decisiones... mucho m