Aníbal me quiere dejar sin tímpano, ¡no puedo hablar para callarlo!, y se desata el infierno si desactivo el audio a sabiendas de que fue él quien me mandó apenas la vio llorando, tenemos una cámara en ese árbol, y yo tuve el turno nocturno, trabajando en el siguiente operativo. Abrace a Shirly mientras se calmaba.
—¿Sabes si Luisa ya salió para mi casa?
—No demora en hacerlo, una vez llegue al rancho, ella sale, no nos gusta dejar a los niños solos.
—¡¡Preeeguntaleeee!! —gritó Aníbal y otra vez se resintió mi oído.
—Shirly… —Se detuvo, ya caminaba en dirección a su camioneta—. No quiero ser entrometido, pero… ¿Quién es Cristian?
La vi sonreír, «mala vaina, las mujeres cuando sonríen es porque le agrada el tipo». Churrusco comenzó a insultar.
—Es un compañero, también es viudo y me agrada hablar mucho con él.
Se armó Troya, se abrió el infierno para Aníbal, ahora va a tocar amarrarlo a la cama para que no se le presente a su mujer hoy en la noche.
—¡Vaya!, perooo ¡que liiinda la saals