Ese mismo día en la mansión de Vincent durante horas de la noche.
Sophia Williams se preocupó por qué su marido aún no bajaba para cenar con ella.
— ¿Que tanto está haciendo Vinci? — Preguntó ella al mayordomo, Archer.
Sin embargo, el hombre mayor negó lentamente con su cabeza y una seria e inexpresiva expresión.
— Lo siento señora, no puedo decirle nada.
Archer tenía la rotunda orden de no hablar nada al respecto con Sophia de lo que recién había sucedido.
— Debería continuar la cena sola, es importante que se alimente bien, no creo que el señor baje aún.
Sophia tuvo un mal presentimiento, una vez más…
— ¡No lo haré! — Exclamó ella cruzándose de brazos mientras seguía sentada frente a la mesa comedor. — No voy a probar bocado alguno hasta que él baje y si no lo hace en una hora, yo misma subiré y le exigiré respuestas, él ha estado actuando de manera extrañ