-Lizzie…
-¿Ahora me llamas Lizzie? ¿Qué cambió, Alex?
-Han pasado…
-Diez años…sí…diez años en los cuales mi odio hacia ti no ha mermado ni siquiera un poco
Alex apenas traga grueso mientras ve a la joven, con un abultado vientre que delata su embarazo.
-¿Quién es el padre?
- ¿Eh?
- ¿Quién es el padre? No me hagas…
-A mí no me amenaces imbécil – dejando en shock al hombre
-Lizzie – diciendo con cuidado dado que no quiere alterar a Elizabeth – ¿Quién es el padre?
-No sé…como con los animales de pedigree escogí al padre de mi niña de un catálogo – claramente mintiendo
Porque si Alex viera las noticias, cosa que no hace sabría que la bebé de Elizabeth es del difunto esposo de la joven, el CEO Antonio Meyer…
-Entonces yo puedo…
- ¿Perdón, qué ibas a decir? No sé qué se te ha pasado por la cabeza, pero Alex Kennedy olvídate de tener algo conmigo ¿crees que te voy a amar como hace diez años?
-Yo…
- ¿Crees que te voy a perdonar por todo el daño que me hiciste? ¿por usarme como una basura y luego desecharme cuando ya dejé de ser virgen?
-Podemos…
- ¿Crees que voy a amar a quien me arrebató a mis bebés?
El hombre queda en shock, mientras recuerda aquel día en que estúpidamente decidió atropellar a Elizabeth.
-Vete con el amor de tu vida, vete con quien a tus ojos es perfecta aunque no era virgen cuando la conociste…vete con la perra de Kathy
-Ella y yo…ya no tenemos nada
-Ese es tu castigo, quedarte solo de por vida…pudiste dejarme ir, pudiste dejar vivir a mis bebés, ellos no pidieron existir, ellos no te iban a molestar…
-Lo siento…
-No, tú no lo sientes, lo que sientes es que una mujer te pusiera en tu lugar, como debió pasar hace años…ahora largo de mi empresa ¿Por qué no vas y buscas a otra virgen que sustituya a tu querida Kathy? Y otra cosa, dile a tu querido hermano, que haberme arrebatado a mi esposo le saldrá caro – Alex queda en shock, recordando como fue echado de la boda de Elizabeth
Es más le parecía improbable según él y su pensamiento arcaico, nadie querría a una mujer que ya no es virgen; pero tal parece que un hombre se atrevió a tocar lo que ya fue suyo…y se suponía no debió ser de nadie más…
Elizabeth le da la espalda a Alex y se marcha del vestíbulo de su poderosa industria, dejando a un hombre lamentándose de haber hecho daño a alguien que de verdad lo quería a él y no a su dinero.
-¡Lizzie! ¡Lizzie! ¡regresa, por favor…puedo reparar mi error! ¡haré lo que me pidas pero regresa! ¡¡¡regresa, Lizzie!!!
Una firma…
Sí una firma y Elizabeth Carson ve como su madrastra la ha vendido al heredero de la poderosa familia Kennedy, Alex Kennedy, dado que ella a diferencia de su media hermana tiene algo que Alex valora y desea en una joven, su virginidad…
La joven apenas mira con sus ojitos ahogados en llanto como su “madre” la ha vendido…
-Espero que nuestro trato le sea provechoso
-Lo será – mirando hacia la joven que no deja de llorar – vámonos
-Pero…
Pero Alex no dice nada simplemente la toma de la mano con fuerza y a las malas se la lleva de la casa de la familia Carson.
-¡No! ¡déjeme! ¡Sra. Carson, Kathy ayuda, ayuda!
-Mamá…
-Deja que se lleve a esa zorra – sonriendo – cuando deje de ser virgen ya no podrá competir contigo mi niña – acariciando aquella cara
-Pero ¿y si Alex?
- ¿Qué va a amarla el Sr. Kennedy? – sonriendo – tú eres el amor de su vida, pero fue claro…tenías que ser virgen
-Pero iba a reprobar si no me follaba al maestro de cálculo…
-Pero ya ves las consecuencias de eso…
- ¿Y si la puta queda embarazada?
- ¿Qué es hacerle perder el bastardo? – sonriendo, su hija le devuelve la sonrisa – tranquila Kath esa perra irá al basurero que pertenece y tú serás la esposa de Alex Kennedy
Mientras en la limusina, Elizabeth viaja mirando siempre por la ventana, mientras que Alex siempre la contempla, imaginando a la joven usando una sexy lencería y sobre todo imagina ver las prístinas mantas blancas manchadas de rojo carmín…
-Dime algo…
- ¿Eh? – girándose y dejando ver sus ojitos rojos e hinchados
- ¿Qué haces por tu vida?
-Nada – viendo como el hombre levanta la ceja – siempre quise estudiar cosmetología, pero la Sra. Carson no me lo permitía, toda la herencia que me dejó mi papá esa señora la gastó en cumplir los gustos de Kathy
-De Kathy no hablarás…
-Pero…
-Una perra como tú ¿Qué va a saber de clase y distinción? Eres la hija bastarda de Franklin Carson, es claro que una zorra salida de la inmundicia como tú no merece nada
- ¡¿Entonces por qué me compró?!
- ¿Por qué más va a ser? Eres virgen, a la desventurada de Kathy la abusaron unos cerdos, es claro que su valiosa castidad ya no existe
Elizabeth queda en shock…
-¡Eso no es cierto! ¡esa perra se folló al maestro de cálculo para pasar el curso! – recibiendo una bofetada
-Si vuelves a hablar de mi futura esposa de ese modo, te arrancaré la lengua y la daré de comer a los perros ¿entendiste? – mirando con desprecio a Elizabeth
Al llegar a la mansión, Elizabeth se queda pasmada al ver el lujo de aquel lugar…
Alex la saca a las malas de la limusina y mientras es reverenciado lleva a Elizabeth hacia la habitación en donde sin ninguna consideración o ternura, la arroja a la cama – ¡oye!
-Pagué por ti y ahora me vas a dar lo que quiero…
- ¡Nunca primero muerta! – girándose hacia una mesa y de saca un puñal
Alex empieza a reír pero luego su risa se apaga cuando ve a la joven a punto de cortarse el cuello – suelta eso…