Por Rocío
Fui hasta mi casa, quería ver a mis padres.
Me abrazaron y aparte de la demostración de su inmenso cariño, necesitaban tener la seguridad de que yo estaba bien.
-Estoy bien.
-Nena, tantos días trabajando…
-Mamá, la vida de los médicos es así.
Les expliqué con mucha claridad en qué consistía el COVID.
No quería preocuparlos y mucho menos asustarlos, pero era necesario que nada se escape de sus manos.
La salud de mi padre no era la mejor.
Les dije que iba a ir a la casa de Karen, ellos también estaban preocupados por Mati, sabían que salud era bastante débil.
Tomé un bolso y puse algunas mudas de ropa.
Les prometí volver en cuanto pudiera y les rogué que se cuiden.
Supongo que en 20 días o al menos en un mes, todo esto tendría que pasar, o al menos los países tendrían que levantar las restricciones y así poder volver a Argentina.
Pensé en convencer a mis padres para que me acompañen, aunque supongo que en una ciudad grande como Buenos Aires, el contagio sería más factible.
Tom