Por Ramiro
No encuentro la forma de acercarme a Rocío.
Le ruego a Karen que me brinde información sobre su amiga, me la da a cuentagotas, es un rompecabezas lo que estoy armando cada día.
Sé que la extraño, que estar a su lado me hace mejor hombre, que la necesito para poder respirar.
Pasan los días y se me ocurre que tenemos que hablar con Bautista, explicarle que sucedió, pero la historia es demasiado fuerte, por lo que decido ir hasta su clínica, cuando se lo comenté a mi hermano, se ofreció a acompañarme.
-Pensá cómo vas a plantear el tema, mejor voy con vos.
-Entiendo que es delicado, porque tenemos que buscar la forma en que Bautista y los médicos, inclusive yo, que estábamos ese día, tenemos que quedar impunes.
-A eso sumale que tenés que decir que ella sigue viva, Bautista la quería muchísimo, su supuesta muerte le afectó muchísimo.
-El tema es delicado por donde lo miremos.
-Sí, mucho.
Estábamos viajando a Uruguay, lo hacíamos en nuestro avión privado, compramos uno con mi he