De repente, Yorrick colocó una botella sobre la mesa plegable que ella tenía delante, y se paralizó. Intentó mirarlo de forma sutil.
Luego, él le quitó las gafas de sol repentinamente. Ella se los quitó de las manos, se los volvió a poner y le dio la espalda con los brazos alrededor.
Yorrick se rio y extendió los brazos para agarrarla por el hombro. "¿Sigues enojada conmigo?".
Xyla le apartó la mano, le señaló con el dedo y le dijo entre dientes apretados: "Quítame tus asquerosas manos de encima. Si no, ¡te denunciaré por acoso sexual!”.
Yorrick se llevó la mano a la frente y la miró. Luego se empezó a reír. "Mira a tu alrededor. Solo estamos nosotros dos en clase ejecutiva”.
Xyla se quedó atónita. Se levantó y miró a su alrededor, y tal como dijo Yorrick, no había nadie en la clase ejecutiva. Se quedó boquiabierta y cayó sobre su asiento. "¿Qué quieres decir?".
Yorrick se inclinó más hacia ella mientras le acariciaba el cabello con el dedo y le contestó: "Mi familia es la propi