Sara
Corriendo por el aeropuerto para alcanzar el vuelo. La ciudad de México es imposible los viernes y más cuando hay manifestaciones por todos lados.
Durante el vuelo comentamos detalles que nos gustan para la boda, los dos coincidimos en planear algo discreto y familiar. Incluso la idea de casarnos en algún sitio pintoresco como San Miguel de Allende, Guanajuato o Querétaro.
─ ¿Estás nerviosa Sari?
─Ya no te juntes con mi papá…─ le reprocho.
─ Se oye tierno cuando te llaman Sari
─Mi abuelo me decía mi pequeña Sari.
─ ¿Y por qué le dices "chocho" a Alex?
─Porque tenemos un primo que nos decía enanos cabeza de chocho, y como era muy largo yo le comencé a decir chocho y él; enana... ¿A ti cómo te dicen?
─No te voy a decir.
─Anda, dime…
─Llegando a casa te vas a enterar…
Dicho y hecho, en cuanto entramos a