Capítulo 87
“Dos zafiros”
Llegó Evelyn y me limpié rápidamente la cara, ella no debía verme así. Evelyn comenzó a moverse saltando en la cuna. Me recosté y una de las señoras me llevó una merienda de bollos con miel y queso azul. Y a Evelyn galletas con mermelada. Agradecí. La niñera cargó a la niña y la bajó consigo, yo me quedé lagrimeando de nuevo en la cama.
Me sentía extraña en aquella casa tan grande donde yo era la señora y estaba tan sola. Llamé a Guillermo y me dijo que todo estaba listo en la iglesia, que ya estaba abarrotada de periodistas. Por supuesto los padres de la novia hicieron todo para que la prensa estuviera ahí.
Colgué y apagué mi teléfono. Me quedé dormida con los ojos hinchados de ll