Cuando Cristofer salió de la sala y bajó las escaleras, sonó su teléfono.
Era Gretchen quien llamaba.
Cristofer respondió al teléfono. "Hola, Gretchen".
"Cristofer, ¿dónde has estado? Le pregunté a Peter dónde estabas, pero vaciló y se negó a decírmelo".
Cristofer tomó una respiración profunda para ajustar su estado de ánimo y dijo: "Estoy ocupado con algo. ¿Te sientes mejor ahora? Volveré enseguida".
"¿Fuiste a ver a la señorita Hudson?"
"No", negó Cristofer. "No merece mi preocupación".
Al otro lado del teléfono, Gretchen cayó en silencio. Después de un rato, preguntó tímidamente: "¿Por qué no vas a verla? Si ella está bien, entonces puedes completar los procedimientos de divorcio lo antes posible. No quiero que otros piensen que soy tu amante".
De alguna manera, al pensar en divorciarse, Cristofer se sintió un poco molesto.
"No hay prisa. Me divorciaré de ella tarde o temprano. Gretchen, estás herida. Lo único que debes hacer ahora es descansar bien".
Luego, Gretchen dijo suavement