Pierre volteo a verme por un momento y luego regresó su vista hacia el camino, sonrió y con una de sus manos tomó la mía para besarla y colocarlas unidas en su regazo.
— Cuando te desmayaste en el local tu teléfono estaba sonando, solo tuve tiempo de sostenerte en los brazos para que no te golpearas, el teléfono se te cayó cerca de mis pies, lo tome para llamar a una ambulancia pero quien te estaba llamando era el Doctor Jesús y no lo dude, respondí y al minuto ya me estaba dando instrucciones de qué hacer.
Su mano dejo la mía en su regazo como si quisiera sentirme en todo momento, ahora acariciaba mi rostro de forma sutil.
— Me puse nervioso cuando te ví desmayarte, lo único que se me ocurría era llevarte a urgencias, pero también pensaba que si lo hacía y no conocían tu caso podía empeorar la situación, así que le dije que yo era el papá de tu hijo y que te habías desmayado, él inmediatamente me dijo que te llevara al hospital que nos esperaría con su equipo. Y así fué. Cuan