―¿Aún creen que alcancemos helado? Parece que ya todo está cerrado —señaló Christopher , mostrando un poco de preocupación, pero comprensión al mismo tiempo. Ricardo no dijo nada, solamente nos observaba. Y yo esperé a saber la opinión de Vanya.
―¡No lo creo! Además, ya pensaba despedirme, estoy en realidad cansada —comentó Vanya. Se llevó el brazo hacia el cuello y luego bostezo, demostrando su cansancio.
—Yo lo entiendo… Me has sido de mucha ayuda y me encantó haberte conocido Vanya… ¡Gracias por venir! —le dije a Vanya, mostrando mi sincero aprecio por ella.
―Está bien Vanya, lo entendemos. No te preocupes, ¡Descansa! —respondió Christopher , despidiéndose de ella con un abrazo.
―¡Gracias chicos! ¡Nos vemos pronto! —se despidió Vanya con la mano, alejándose y tomando su propio camino. Deseaba de todo corazón poder volver a verla muy pronto, ya que quería que fuéramos buenas amigas.
Sin embargo, yo entendía que ella era una chica muy ocupada. Además, pude darme cuenta que ella y