Unos cuantos días después de mi fatídico accidente; la operación de Lucila y Jack se llevó a cabo sin contratiempos en manos de un colega, la cual había sido todo un éxito según él, y la siempre simpática enfermera Kim lo corroboró, ya que me comentó detalladamente todo lo ocurrido en la sala sin falta alguna.
Jack había sido trasladado a su habitación en un estado de inconsciencia absoluta, de la cual se suponía debía despertar luego de unas horas, pero no ocurrió.
Todo lo contrario a Lucila, quien abrió sus ojos perfectamente y al ver a sus padres a su lado, les brindó una tierna sonrisa, ya con el espléndido trasplante en su cuerpo, sólo le faltaban unos cuantos meses más de terapia y estaría totalmente curada de la leucemia, podía sin problemas tener su niñez de regreso, solo si era paciente y muy juiciosa.
Por mi parte, me mantuve en esa horrible habitación, recibiendo tratamiento psiquiátrico, mientras se sanaban mis heridas físicas, por lo que me parecieron unas eternas sema