Capítulo 94.
Bastián abandona la sala de observación donde se encuentra con sus hermanos para llamar a Amelia, se siente culpable por dejarla encerrada en esa bonita cárcel tal y como lo dice ella misma. A pesar de que el susto con Emos fue considerable se siente un poco más tranquilo sabiendo que se encuentra fuera de peligro sin embargo sabe que los retos continúan y hasta no terminar con lo que se ha propuesto no descansará.
— ¿Diga? – responde con voz rasposa Amelia por el sueño — ¿Bastián eres tú mi amor? – el pecho del hombre se hincha al escucharla decir eso último.
— Amelia… - expresa con vos sedosa lo que desencadena una serie de jadeos y movimientos eróticos en ella que se encuentra sobre la enorme cama con dosel en la habitación principal de La Mansión — estabas durmiendo - afirma envidioso queriendo estar con ella en este momento.
— ¡Sí… eh… ¿Ya vienes? No quiero estar sola – indaga con voz quejumbrosa.
— Me temo que no amor ha surgido un inconveniente y un accidente con la