— ¿Sucede algo Bastián?
Pregunta Amelia mientras observa la insistencia de su novio en mirar el teléfono, él niega y le sonríe tenso. Teclea algo más en el aparato y la mira de nuevo.
— No pasa nada Amelia, solo estoy siendo precavido – eso es algo que siempre ha sido, pero hoy está a su parecer más nervioso, paranoico.
Amelia mira hacia atrás y arruga el ceño ante lo que ve.
— ¿Son ideas mías o nos siguen dos autos más Bastián? – mira hacia otro lado evitando emitir palabra — ¿por qué me ignoras si escuchaste lo que dije? – abre la boca y la cierra de nuevo.
— Ya te lo dije, es por precaución Amelia ¿Por qué no te limitas a disfrutar de mi presencia? – sonríe, pero su chiste de mal gusto la exacerba.
— Si me hablas de precaución – suspira para relajar el tono sin lograrlo — quiere decir que alguno de los dos se encuentra en peligro ¿no es así? – lo mira enojada con los labios apretados y las cejas alzadas.
— Nadie se encuentra en peligro ¡por el amor de dios Amelia! – levant