Catalina Abrego
-Despierta mamá… es tarde. Debemos ir al hospital, para visitar al abuelito Abrego –Escucho a lo lejos como mi hijo me llama entre mi pesado sueño.
Luego de la intensa noche con mi maridito, sumado al cansancio de pasar mis días acompañando a mi madre en el hospital mi cuerpo se negaba a moverse.
-Vamos arriba mamá, sino mi abuelito se pondré triste, si tardamos mucho en llegar… - Insiste mi pequeño Denn con su vocecita suplicante.
-Mmm, solo un minuto más mi amor… mami se siente muy cansada –Murmuro sin abrir mis ojos, atrayendo a mi pequeño hijo hacia mis brazos. Para meterlo baja las sabanas a lo que Denn suelta una carcajada con mi acción. Beso su mejilla apretujándolo.
-Basta mamá me haces cosquillas –Dice retorciéndose entre mis brazos.
-Tú culpa por despertarme, ahora paga las consecuencias de no dejar dormir a mami –Digo, haciéndole cosquillas en su pancita.
Mi lindo niño suelta una sonora carcajada una tras otra de esa forma pasamos por unos minutos.
T