Conversaron recordando el pasado, la escuela, sus días en esa casa, al terminar de comer Aldo se abalanzó sobre ella besándola apasionadamente, Sara lo empujo subiendo encima de él mientras Aldo se abrazaba a su cintura besando sus pechos, esta vez ella lo complació sin inhibiciones.
Aldo y Sara disfrutaron de una noche mágica, entre besos y caricias entregándose como el primer día.
En otra parte del pueblo, Eduardo entraba a un restaurante de la mano de Ana junto a Elena que llevaba en brazos al pequeño Mateo.
Los padres de Eduardo los observaron y sonrieron, la señora feliz dijo. “Míralos, se ven tan lindos con los niños, deseo que ya se casen rápido para ser abuela”.
El señor admitió feliz, también deseaba que su hijo se casara.
Pronto nueva historia... Axel cortocircuito en el amor
Bonita lectura!Ara Yi