CAPITULO 13 SALGAMOS JUNTOS

Ella regresó al dormitorio pensativa, nunca pensó que Alejandro fuera gay, pero…  no era del todo gay ¿o sí? porque también salía con chicas… o ¿Solo era una farsa?

Sara seguía pensando y Amanda entró en la habitación dejando sus cosas en su cama. “Hola Sara, ¿Cómo te fue en tu clase?”.

Sara estaba completamente ausente.

Amanda se acercó moviendo su mano frente a su rostro preguntando. “Oye Sara ¿Estás ahí?”.

Sara volvió a la realidad. “¿Qué, cuándo?”.

Amanda se rio. “¿Por qué estás perdida? vuelve”.

Sara sonrió apenada. “Lo siento, estaba pensando en algo”.

Amanda la miró intrigada. “¿En qué?”

Sara pensaba si era bueno decirle a Amanda.

Amanda se acomodó a su lado sentándose en la cama y la golpeó cariñosamente del hombro. “Anda dime”.

Sara se removió en la cama y preguntó. “¿Qué tanto conoces a Alejandro?”.

Amanda la miró y también se removió en la cama. “Es hijo de Mauricio Valdez, trabaja en el hospital de tu padre como Neurólogo, es muy conocido en la medicina, ha logrado mucho junto con Jackson Blake”.

Sara hizo una mueca. “Jackson nunca me ha hablado de él”.

Amando siguió explicando. “Las malas lenguas dicen que Alejandro es la oveja negra de la familia, pero es el mejor aquí en el campus, sus notas son las más altas, aunque pocas veces entra a las clases”.

Sara escuchó y con pena hizo la siguiente pregunta. “El… ¿Ha tenido alguna novia formal?”.

Amanda se paró y miró a Sara con los ojos entrecerrados. “No estarás interesada en él ¿verdad?, te dije que era un mujeriego Sara, que jugaba con las chicas, no te conviene”.

Sara negó con las manos nerviosa. “No, él no me interesa de esa forma… es que… yo lo vi…” Sara no sabía si decirle.

Amanda puso sus manos en la cintura. “Me vas a decir todo, pero ya”. La apuntó con el dedo molesta.

Sara nerviosa se acomodó y unió sus manos contándole todo lo que vivió momentos antes en la enfermería.

Su amiga se quedó en shock igual que ella con la boca muy abierta. Sara se levantó de la cama, cerró la boca de su amiga, como lo hizo Alejandro con ella.

Amanda lo pensó por un tiempo. “Bueno. Nunca pensé que él... siempre está rodeado de chicas”.

Sara contestó. “Si”.

Amanda la miró. “¿Y qué harás?”.

Sara sonrió nerviosa. “Yo no haré nada, ni diré nada, después de lo que me dijiste de ser hijo de un amigo de mi Jackson no quiero problemas”.

Amanda asintió varias veces todavía pensando en lo que Sara le contó.

“Bueno vamos a buscar algo para cenar en la cafetería” Amanda tomó su mano y la arrastró.

Sara, aunque no tenía mucha hambre la acompañó, ya en la cafetería, miraban a todos alrededor, Amanda contaba a las chicas con las que Alejandro había salido en alguna ocasión, eran demasiadas. “Si no me contaras que tu misma lo viste, nunca te creería”.

Sara levantó sus hombros negando creerlo también terminaron su comida y regresaron a descansar en su habitación.

Algunos días pasaron, en una ocasión se topó de frente con Alejandro quien bromeó con ella, pero Sara lo ignoró.

Ella estaba a punto de irse y Alejandro la tomó del brazo. “Salgamos juntos”.

Sara negó, no se le olvidaba lo que vio aquel día. “Lo siento tengo novio”.

Alejandro sonrió. “No le diremos nada”.

Sara lo miró enojada y se soltó de su agarre. “No me interesa salir contigo”.

Alejandro tomó una bocanada de aire. “Gracias por no decir nada… sobre aquel día”.

La forma en que hablaba Alejandro era más tranquila y con un tono de súplica, Sara lo miró. “No tengo porque decir algo, no es mi asunto y además no es como si conociera o hablara con tanta gente en el campus”.

Alejandro sonrió. “Lo sé, sólo Amanda es tu amiga”. El preguntó. “¿Le dijiste?”.

Sara abrió mucho sus ojos y dijo nerviosa. “Ella no dirá nada me lo prometió”.

Alejandro se rio. "Está bien, gracias".

Pasaron las tres semanas, Sara esperó a Aldo, pero nunca llegó, Joel llamaba cada semana para saber cómo estaba, Sara conversaba con él largo tiempo, al final ella preguntaba por Aldo y Joel solo decía que tenía mucho trabajo.

Así pasó otro mes, sin saber de Aldo, Sara estaba desesperada, ya era demasiado tiempo separados, pero no podía dejar las clases, estaba por terminar el semestre para poder salir de vacaciones, Joel siempre le decía que todo estaba bien y que Aldo tenía mucho trabajo, en una ocasión habló con Celeste y ella se negó a hablar de Aldo, Sara estaba frustrada.

Quedaba solo un examen para terminar, Al salir de la escuela se despidió de Amanda quien le deseó suerte, conocía toda la historia de su gran amor.

Alejandro se acercó a Amanda que despedía el auto donde iba Sara y preguntó. “¿A dónde va tan feliz?”.

Amanda giro para mirarlo con el ceño fruncido. “Iré a ver a su familia y a su novio”.

Él frunció el ceño. “¿No es la hija de Jackson Blake?”.

Amanda contestó. “Si”. Alejándose dejándolo pensativo.

Simón llevó a Sara al aeropuerto, En el camino ella imaginaba como sería el ver de nuevo a Aldo después de tantos meses. -Me extrañará- Pensaba ella.

Subió un autobús que la llevaría al pueblo, al llegar tomó su bolso caminado hasta la estación de policía, entró preguntando por Joel, pero estaba patrullando, agradeció y salió directo a la cabaña.

Al entrar observo la cabaña, aunque era vieja y anticuada era el mejor lugar que existía para ella, dejo su bolso en su habitación y salió al lago creyendo que encontraría a Aldo en la casa del árbol, subió notando que todo estaba en su lugar, Aldo lo mantenía limpio, Sara sonrió suspirando.

Bajo del árbol rumbo a la casa de Aldo, se asomó por una de las ventanas sin hacer ruido, había mucha gente adentro de la casa, todos vestían de negro.

Ella extrañada se acercó al pórtico para tocar la puerta, encontrando a Frank y a Elena tristes, llorando abrazados.

Frank la miro de pie afuera de la casa mirándolos. “¿Sara?”.

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