Ahora Imi está solo en uno de los mugrientos vagones de la Circle Line. Podría regresar de
inmediato a casa, pero decide, en cambio, bajarse en la estación de Embankment. Quiere correr
hacia el puente de Vauxhall. Quiere volver a ver la casa de Batman, y cuando por fin se la
encuentra delante, admira hechizado sus miles de ventanas encendidas flotando en el oscuridad
como luciérnagas. Detrás de una de esas ventanas tendrá pronto su casa.
El St George Wharf es realmente grandioso. Es sin duda uno de los más hermosos edificios del
mundo. Imi lo está mirando lleno de deseo cuando se acuerda de que la señora Marshall le ha
restituido su libro con la dedicatoria.
Entonces lo abre. En la primera página Margaret ha escrito algo con una grafía elegante. Es una
frase breve, pero es la verdad. Está escrito:
Querido Imi, bienvenido a la ciudad de los huérfanos.
Imi lee aquellas palabras y contempla Londres.
Ocurre todo en un único instante, como cuando reina la oscuridad y se enciende una luz. D