—¡Este es el jefe de la caja fuerte! ¡Se olvidó la combinación y por eso te pidió que la abrieras, idiota!
Nathan sonrió nerviosamente.
—Ah, ya veo. La abriré enseguida. —Sus manos hábiles giraron la combinación y la caja se abrió nuevamente.
Chris se acercó y sacó el contenido: algunas joyas, varios documentos secretos y registros de conversaciones, probablemente usados para chantajear a otros. De entre los papeles, cayó una foto.
Chris la recogió y entrecerró los ojos.
—¿Eh, no es familiar? —Le pasó la foto a Domenico.
Domenico la tomó y su rostro cambió ligeramente de expresión. Chris se rascó la cabeza.
—¿No es la prometida de Urso? La vi en la fiesta.
Domenico se quedó mirando fijamente a la mujer en la foto, sintiendo una punzada en el corazón. Esa imagen borrosa en su memoria ahora se hacía clara. Veinte años habían pasado y no tenía ninguna foto, solo recuerdos desvanecidos por el tiempo. Cuando vio a Lorena, pensó que se parecía mucho a alguien de su pasado, pero sabía que no