Me sentía como en un cuento de hadas, Marco trajo un poco de ropa a mi chalet y pasábamos todo el tiempo que podíamos juntos y dormíamos abrazados todas las noches.
A su lado me sentía protegida y escucharlo llamarme “mi amor” era como música para mis oídos. Tenía miedo de que todo fuera un sueño y que en algún momento tuviera que despertar.
No había hablado con Melo porque había comenzado con las clases de inglés ya que el inicio de cursos se aproximaba y yo tenía que estar lista lo antes posible, así que pasaba todo el tiempo que Marco estaba en la oficina estudiando y practicando con mi profesora.
Como era de esperarse Marco insistió para que las cases me las diera una mujer y yo accedí porque no quería darle motivos para que se sintiera inseguro, ya había notado que su nivel de celos era bastante alto y se deb&iacut