Elena:
Cuelgo la llamada y lanzo el celular sobre la cama. Saber de mis hermanas y mis sobrinas ilumina mi día. Eve me ha contado que las pequeñas tendrán una presentación en dos semanas en el teatro "Rocher" de Chicago, que están emocionadísimas y que desean mi presencia sin excusas. Me alegra muchísimo tener la seguridad de que todo está bien con ellas allá, y aunque mi orgullo a veces llega a ser excesivo, no me dejé llevar por mi rabia y pregunté por papá. «Él está bien Ele, si tú lo estás él también». Las palabras de Eve me regresan a la mente y me parece un poco irónico.
Unos toques en la puerta me sacan de mi ensoñación y me aproximo para abrirla. Me sorprenden los rostros de Hashley y Hade, expectantes con unas sonrisas alentadoras.
—¿Sí? —cuestiono asomando la mitad de mi cuerpo.
—¿Podemos pasar? —pregunta Hade y de inmediato me hago a un lado, haciéndoles un ademán para que entren. «¡Que tonta!».
—¡Sí, sí, por supuesto, pasen! —las invito y ambas se adentran en mi habitaci