Emma se encontraba en Aranzazu, en una casa abandonada en una colina, la vegetación de los alrededores fue aprovechada por sus hombres. Mientras el detective King y su gente se dirigía a la nueva ubicación. Los efectivos policiales a cargo liberaban a las rehenes en Medellín.
—¿Cómo está saliendo todo? —Pregunta James.—Ya están a salvo todos, el herido era el padre Amaro, nada de consideración, vivirá.Henderson aprieta los puños y piensa en las muertes de Connor y Ewan.
—Casemos a ese Hijo de perra —expresa con Rabia.
Cuatro horas después, se acercaban a Aranzazu. A pesar del viaje largo de Estados Unidos a Colombia y la falta de sueño, James se mantenía con energía suficiente como para golpear a su tío.
Casi a las cinco de la mañana este le hace una llamada.—Sé que ya estás en camino, querido sobrino. Pero si no dejas a los policías fuera de este encuentro, puedes dar por hecho que ella empezará a sufrir las consecuencias —deja que escuch