Capítulo 39

Mia parpadeó más de una vez tratándose de acostumbrar a la luz. Ya no era tan intensa como cuando había llegado, pero aun sentía un ligero dolor en la cabeza que la volvía fastidiosa. Ese olor característico de los hospitales y el sonido de los monitores a la distancia, le hicieron recordar donde se encontraba y lo que había sucedido.

No podía decir que hora era, ni por cuánto tiempo había estado dormida. Lo único en lo que podía pensar era en el sueño extraño que había tenido. Negó. era imposible que Giovanni hubiera venido a verla al hospital.

Su cuerpo se sentía adormecido. Intentó mover las manos para apoyarse sobre ellas e incorporarse, pero un agarre en una de ellas le impidió moverse. Giró su cabeza en esa dirección y se encontró con Giovanni. Él estaba sentado a un lado de su cama mirándol

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