Megan brincó en la cama cuando escuchó que estaban tocando la puerta, eran pasadas las diez de la noche, nadie la visitaba, excepto Helen y cuando venía avisaba, así que no podía ser ella.
-“¿Será que Brandon volvió a comprarme pizza?”- pensó mientras iba de camino a la sala. Cuando iba llegando a la puerta volvieron a tocar y sintió su voz.
-¿Estás seguro que no ha salido?-le preguntó Ashton a uno de sus hombres.
-Seguro señor, lleva días sin salir.
-Bien, puedes bajar, yo me ocupo gracias.
-¡¿Me estás vigilando Ashton Smith?!- preguntó Megan entre asombrada y molesta del lado de adentro y sin abrir la puerta.
-Es por tu seguridad, abre, necesitamos conversar.
-¡No quiero conversar contigo ahora!- se cruzó de brazos y recostó la espalda a la puerta.
Ashton iba a amenazarla con derrumbar la puerta, pero el dolor en su brazo lo hizo acordarse de la frase que su hermano le había dicho horas antes: “va y el universo te está mandando señales”.
Puso una sonrisa socarrona y apeló a sus mejo