Dania.
Mi corazón da un vuelco al ver el rostro distorsionado de mi hombre. Cosas como su color de ojos, su voz, no sé cómo cambiar, y me alegra porque no sé qué haría si no pudiera tenerlo.
Yo he decidido distorsionarme físicamente como mi amiga Mary. Y para no entrar en caos, le pido a Leander que jamás me suelte la mano.
Antes de disponernos a salir de la taberna Adriel se cambia de ropa, y ahora luce arrepentido de haber bromeado al respecto, pero le digo que es menos dudoso si no somos tres hombres con una mujer.
—¿No estamos olvidando algo importante? —cuestiona Gabriel—. ¿Cómo vamos a salir de aquí sin dinero y papeles?
Demonios. Miro alrededor y le pido a los Cox que me ayuden a buscar plástico y hojas de papel. Cuando todos me dan lo que consiguen no me tardo en hacer el mismo hechizo distorsionador pero para cambiar todo lo que sea papel a billetes de dólares. Los Cox ven dinero real pero yo no, y me hace sentir bastante mal por engañar a las personas en el futuro. Luego de