Un grito se escucha en la casa, Catalina pone atención y es la voz del señor Rafael y Elizabeth.
-No me vas a colocar eso, aléjate esa cosa de mí.
-Rafael ya eres un adulto, es solo una inyección.
-No me importa prefiero morir envenenado por la plata a que me pongas esa cosa en el cuerpo.
Leonard voltea los ojos con fastidio he Issac da un suspiro, Catalina mira a los hermanos extraña y Leonard le da la respuesta.
-A papá no le gustan las inyecciones para nada mamá batalla cada vez que le va a poner una, tendré que ayudarle a sujetarlo de nuevo.
-Si quieren yo puedo hacer de ayuda.
-No puede ser peligroso, puede golpear al bebé.
-No hay necesidad de que me mueva de aquí.
Escúchan otra vez los gritos de su padre.
-Pero qué no Catalina haz que me suelten.
Se escucha un quejido y luego la voz de Elizabeth.
-Gracias Catalina ya lo puede soltar.
Los dos hermanos ven como por debajo de