Astrid.
No llegue a conciliar el sueño, Damián si que sabe jugar sucio.
—Lo necesito —Pienso.
Espero que amanezca y me acerco a Damián empiezo a dejar húmedos besos con su pecho y su abdomen marcado.
—Astrid —Ronronea.
Sigo dando besos mientras quitó la sábana que cubre la parte de abajo.
Y me posicionó encima de él.
Empiezo a mover mi cadera en círculos para provocarlo.
Como veo que este no abre ni siquiera un ojo dejo de moverme y me quitó de encima.