*Relata Samanta
El camión que la escuela rento para transportarnos al pueblo estaba muy lleno, íbamos demasiadas personas.
Cuando subimos al camión, me senté junto a Julio que agarro a lado de la ventana. Cuando el camión poco a poco empezó a llenarse, supe que había sido mala idea, los muchachos se empujaban unos a otros, y empezaban a aventar papeles.
Julio me cambió de lugar, y con su cuerpo me cubrió de varios golpes.
Desde hace días lo he notado muy cansado e irritado. Sé que se desespera por no saber de Andrea, pero se le nota ya ojeras y se cansa muy rápido últimamente.
Saque una botella de agua de mi mochila y una toalla, se las tendí.
Pronto se iría, su cansancio e irritabilidad y esos ojos negros que, de vez en cuando dan miedo, empezaba a hacerse presente.
Me entristeció saber que tendría a Andrea muy sentimental por su alejamiento...
A pesar de que este par disimulaba no tener una relación, ambos se delataban en la forma en la que se miraban o el cómo se agarraban la mano