Para iniciar esta historia debemos conocer la historia de Franchesca, la cual no es un cuanto de Hadas. La muerte se ha empeñado de hacer su vida miserable. La vida en cambio pone frete a ella a un hombre, que quizás pueda hacerle entender que ella no es una mujer maldita y que merece ser feliz.
Leer másMax no puede creer que finalmente encontró a la mujer que no ha podido sacar de su cabeza desde hace unos meses. Ahora la tiene frete a él desmayada, teniendo al lado a su hermana y amigo, este último afirmando conocerla, si no se equivoca la llamo Franchesca, un hermoso nombre para una hermosa mujer, fue de inmediato a su rescate, emocionado porque finalmente, tras varios intentos logro encontrarla.
Pero para comenzar una historia de forma correcta debe contarse desde el inicio Esta historia inicia desde mucho antes, es por eso que nos vamos a remontar a Barfleur al norte de Francia, un pueblo donde se encontraría la familia Lefebvre, un apellido bastante común, no como los integrantes de esta desmoronada familia.
En esta familia nos encontraremos con Franchesca Lfebvre, que, con tan solo catorce años, ya había perdido a las dos personas más importantes de su vida, ella nunca conoció a su madre, ya que por falta de médicos en su pueblo no pudieron atender a una mujer adecuadamente en la sala de partos y falleció mientras estaba dando a luz, si no hubiera sido por una de las enfermeras ni ella se habría salvado.
Él día de su cumpleaños catorce supo lo que era perder a su ser más querido, su padre, aunque de él siempre obtuvo un rechazo ella lo amaba, lamentablemente para su cumpleaños falleció de un ataque al corazón. Tenía la ilusión de que este año fuera diferente y nadie muriera, así podría convencer a su pueblo de que ella no tenía nada malo, no tenía la culpa de que cada año una persona de su familia o cercanos a esta falleciera.
Una vez más la muerte se empeñaba en hacer de su cumpleaños un día para lamentarse haber nacido. Por lo cual desde ese día quedo al amparo de su tío Dean, un hombre de cincuenta años, alto, con sobrepeso y un aliento apestoso. Pero no era lo único apestoso de este hombre, sino que su ambición era incluso peor, junto a su esposa habían deseado la fortuna de su hermano Didier.
Este último solo contaba con una empresa pequeña de textilería en su pueblo, que le permitía vivir cómodamente, ahora finalmente tendría lo que ese hombre había deseado. No espero ni que el cuerpo de su hermano se enfriara, nada más lo envió a enterrar de inmediato, el día del cumpleaños de su sobrina, ya que él se había quedado como tutor de su hermosa sobrina. No tardo siquiera a tomar posesión de su casa, era más amplia que la de él, justa para su familia, compuesta por su amada esposa Margaret y sus primogénitos Meison y Jays, mellizos de dieciséis años.
Desde ese día iniciaron a tratar a Franchesca peor que una sirviente, la cambiaron de cuarto, a uno que antes era ocupado por muebles acumulados de su madre, los cuales vendieron a bajo costo, esa pieza era de tan solo doce metros cuadrados, solo cabía una colchoneta, a la cual le tuvo que sacar los resortes porque le lastimaban su delicada espalda. Se levantaba al alba, deba preparar el desayuno para cinco personas, aunque normalmente nada más le quedaba un trozo de pan pequeño y medio garrón de leche, Así sucesivamente pasaba todo el día, atendiendo a sus tíos y desagradables primos.
Por las noches se aseguraba de cerrar bien su puerta, para impedir el paso de sus primos incluso de sus tíos. Tiempo después Margaret descubro las intenciones de su esposo, por lo que decidió enviar a esta mugrosa jovencita a Londres, a uno de los peores conventos, donde le enseñarían muy bien como comportarse, no lo hacía por compasión, claramente que no, era todo lo contrario.
No soportaba que una joven que a pesar de estar extremadamente delgada, sucia y un poco mal oliente porque no le permitían bañarse más que una vez a la semana pudiera llamar la atención de su esposo, la debía enviar lejos, porque presentaba un problema para ella. Ya que sus patas de gallo eran muy notoria, iniciaban a parecer canas y su piel ya no era lisa como antes, su cuerpo había engordado y ya no tenía la figura que a sus dieciocho años cuando se casó. Pero los días antes de enviarla a ese lugar, aprovecho para hacer más miserable la vida a la pobre joven, la atacaba tanto verbal como físicamente.
En el pueblo todos se hacían los ciegos y sordos ante esta situación, no era una novedad la situación de aquella joven, pero todos sabían de su medición, por lo mismo nadie le prestaba ayuda. Para Franchesca los días en ese convento fueron mejores que los de su casa, al menos tenía otras compañeras con las cuales sobrepasar los malos tratos y al menos en este sitio podía recibir educación. Algo que ella anhelaba, pero de la cual fue apartada desde los trece años. Sus días eran levantarse a las cinco de la mañana, limpiar los suelos del convento, para estar a las siete bañadas con agua fría y con su vestido largo de color café oscuro, que le hacía picar su cuerpo. Luego debían preparar el desayuno para las monjas para después de eso poder comer algo.
Así fueron pasando los días, años, hasta que cumplió su mayoría de edad, desde ese día la echaron del convento, como ya habían hecho con muchas jóvenes. Por algunos días durmió en alguna de las bancas de una plaza, pronto logro encontrar trabajo en un cofee&bar, en este lugar por primera vez estuvo tranquila, con su primer sueldo logro encontrar una habitación para arrendar. Por primera vez en muchos años conseguía dormir en una cama cómoda, donde no le salpicaran goteras, pasara frío o le levantaran tan temprano que sentía que su sueño había sido en vano.
Después de mucho tiempo no lloro por pena, sino de alegría por finalmente estar cómoda. Un par de años después ella se encontraba en la universidad, estudiando Gastronomía, con muchos esfuerzos consiguió algunas becas que le permitieron estudiar, en sus planes solo estaban estudiar, titularse y ser autosuficiente.
Pero no pudo evitar caer en el juego de un joven, el cual le prometió el cielo y las estrellas, en cambio, le propino golpes que dejaron marcas y momentos que aún desea olvidar. Las miradas que alguna vez la enamoraron esta vez la reprimían, se volvió una sumisa, su novio de dos años provocó que dejara de sonreír frente a otros chicos, ni con sus amigos lo podía hacer y cuando por casualidad lo hacía, él la presionaba con el codo, la pellizcaba o le hacía alguna seña, lo que solo significaba que cuando la reunión se terminara ella saldría herida. Así fue una y otra vez, hasta que luego de graduarse se atrevió a dejarlo, ya no soportaba ni un segundo más de esa relación tan tóxica, que incluso la había hecho perder su primer bebé a patadas. No lo había hecho antes por vergüenza, porque creía que nadie le iba a creer, pero hasta que tuvo las pruebas suficientes y a escondidas de las amistades que la pareja frecuentaba fue hasta la policía y lo denuncio.
Lamentablemente, este hombre gracias al dinero que tenía no tardo en salir, pero para ese punto ella ya había logrado viajar hasta Las Vegas, donde inicio un nuevo trabajo, una posible nueva vida.
Tenía un trabajo estable, en el cual no tenía que desnudarse o bailar en poca ropa, simplemente hacia aseo en un hotel, nuevamente su mala suerte se hizo presente cuando una joven alego que ella le había robado su dinero.
Fue ese día que colapso, ya no deseaba una vida llena de amarguras y pesares, se dejó caer en el agua fría de una piscina, en la cual no había nadie, en el momento que sentía que el agua la estaba matando, vio un ángel, la tenía al frente, finalmente sentía que descansaría en paz y ese ángel se la llevaría.
Pero lo que la joven no sabía es que ese hombre que ella confundió con un ángel, no era otro que Maximiliano Brown, un doctor de gran corazón que llegara a su vida para cambiar el tono oscuro por una llena de colores.
Casandra cierra su libro, levanta la mirada y observa a las jóvenes que miran atentas a la autora.–Gracias– dice con completa sinceridad–pueden hacer sus comentarios–les habla con amabilidad esperando que alguna emita una palabra.En el salón que se encontraba leyendo sus historias no había más de veinte personas, todas mujeres entre 16 o 28 años.–Creo que como todas nos gustaron sus historias, pero yo tengo una pregunta, pero antes de hacerla le quiero decir que me encanta el personaje de Max, es un hombre atractivo, todo un caballero y un romántico que ... Es el prospecto de un hombre que la mayoría desea. Bueno, la pregunta es ¿Por qué este personaje es tan perfecto?–Pues... –ella sonríe al pensar en el personaje que creo– pienso que todas nos creamos un prospecto de hombre o la pareja que deseamos y la mayoría de las veces no
MaxPor mi mente pasaban los recuerdos más hermosos que tuve con ella, cuando me horneaba galletas, cuando me acompaño las primeras veces a andar en bicicleta, ayudándome para que no cayera y mil imágenes pasaron por mi mente.No sé si es el cinismo humano de recordar esos momentos especiales con una persona cuando lo pierdes o se debe a que tu mente y corazón sienten tanta tristeza que se unen para recordarte que mientras estuviste con esa persona, aquellos momentos fueron hermosos.Mi corazón duele al saber que perdí a una hermosa mujer en mi vida, a una que cuido y me consintió desde pequeño y luego a mi hija y por breves momentos al bebé de mi hermana.Aquí estamos, viendo como estas aguas se llevan los restos de mi nana, más bien en el segundo que tocaron el agua estas fueron desapareciendo.Estoy triste, pero a la vez feliz, es al
Nos fuimos todos a otro salón, en donde estaba la comida, aperitivos y bebidas, fueron tomando asiento en sus respectivos lugares, nuestra mesa era la más grande, para que estén, mis padres, abuelos, tío Ángel, con su pareja, nana, mi hermana, mi amigo y sus padres.Fue una velada increíble y hermosa, ella se veía hermosa, ese vestido era grande, pero lo hacía resaltar, es la novia, por lo cual iba a hacerlo de todas formas.En su cabeza tiene una especie de corona, su cabello suelto cayendo en ondas, su vestido se ajusta hasta su cintura y luego cae en gran volumen.Quizás ella misma no lo ha notado, pero ha tenido grandes cambios, se ha permitido usar maquillaje, un vestido que quizás no iba con su estilo inicial, bueno, creo que ese nunca fue su estilo, sino que fue un disfraz, el que se ponía cuando tenía miedo.–El fotógrafo los está esperando&
Max.Llega Alison a la puerta.–Todo está listo, vamos–ella se encuentra muy feliz.–Vamos–digo saliendo.–Te ves muy guapo hermano–me susurra yendo a tocar la puerta–Gracias.–¿Todos listos? –pregunta ella.Miro hacia atrás y todos están listos. Aún no puedo creer que esto esté pasando.Mis padres están a mis espaldas, ambos vestidos de Elvis y Marilyn, la temática de la boda es Las Vegas a excepción de nosotros, por lo cual todas las vestimentas no son para una boda tradicional.Escuchamos el "adelante" de Fran, suspiro fuerte y trato de tranquilizarme.–Recuerden, yo voy cantando con el micrófono, pero todos debemos cantar y bailar– Alison dice antes de abrir las puertasSiento que mi corazón se detiene al verla, esta hermosísima, ese vestido es alucinante, es perfecto para ella.La canción de Bruno Mars se inicia a escuchar “Merry You”, estamos en forma de pirámide, yo de primero, a mi espalda mis padres, él trae
–Alison respóndeme– le hablo ansiosa.–Si soy yo y no, no puedo responderte tus preguntas, solo diré que todas nos prepararemos para una fiesta.–Mi niña ¿está acá?–Llegará en un rato más, ahora solamente estamos tú, y nosotras.Miro a mis espaldas y me encuentro con cinco mujeres, a dos las reconozco, son las que me prepararon ayer.MaxBajo las escaleras, las cuales hace mucho no había utilizado, no me gusta venir mucho aquí, me deja melancólico, pero les prometí a mis viejitos que este día especial sería acá.–Hijo– mi madre me llama– ¿Qué tal todo?–Todo va según el plan, ¿ustedes?–Tu papá está con su nieta, no sabes cómo corrimos para traer todo y avisar a todos.–Lo sé, pero sé que todo saldrá bien, ¿la decoración?–La organizadora de tu hermana hace maravillas, llego con todo su equipo, aún están trabajando, pero son muy rápidas–dice caminando al salón.–Si me imagino, ellas trabajan excelente, podemos ir a ve
Franchesca¿Será que no me va a pedir matrimonio?Venía todo el viaje pensando en que él me pediría matrimonio, luego pensé que sería después de terminar el primer baile, luego dije quizás aún no este seguro...Caminamos hasta la fogata, Max se sienta primero y luego me tira hacia él, yo quedo sobre sus piernas.–Debes tener frío.–Con la fogata es suficiente– me hago la difícil, aunque ambos saben que solo es un juego.–No parece, mira–toca mis piernas– estás muy fría, así que no te dejaré, te puedes resfriar.–Bueno... será como tú quieras.–Mira– apunta al cielo– ya se están viendo las estrellas.–No mientas– miro al cielo y apenas se ve una estrella que seguramente se notara en varios minutos más.
Último capítulo