Esta voz, sí que me suena muy familiar.
¡Como una hoja afilada, atravesó directamente el pecho de Alejandro!
Los pensamientos vagos de Clara regresaron rápidamente, instantáneamente se despertó y su corazón se contrajo.
Como si hubiera sido descubierta haciendo algo malo, luchó con todas sus fuerzas para liberarse de las pesadas cadenas de Alejandro, luego se dio la vuelta y lo empujó con fuerza.
El corazón del hombre se hundió de golpe y dio un paso atrás.
En sus brazos, solo quedaba un aire frío y desolado.
—Pol ¿qué haces aquí? —Clara intentó calmarse y controlar su respiración desordenada, pero no pudo ocultar la ansiedad en su mirada.
Pol, oculto bajo su traje gris, emanaba un odio extremo y temblaba ligeramente en la oscuridad.
Se acomodo suavemente sus gafas de alambre mientras miraba a Alejandro con una mirada llena de hostilidad.
Aunque solo fue un instante, Alejandro lo notó. Sus ojos se entrecerraron y entre sus pupilas negras ardía una intimidación tan feroz como una bestia