Angélica Ross.
- Ángel, me hice unos análisis de sangre y te quería dar para que no usemos más condones. Voy a buscar la carpeta a mi oficina para mostrarles el resultado – dice poniéndome en el piso luego de que entremos a su apartamento.
- No hace falta, confío en ti - Sostengo su rostro - Empecé a tomar la pastilla, ¿tú también confías en mí? - pregunta.
- Claro, pero me encantará cuando me des hijos.
- ¿Lo juras? ¿Querrás hijos? - pregunto sorprendida.
- ¡Muchos de ellos! Todo con tu hermoso rostro - acaricia mi mejilla.
- ¿Tomaste tu medicina para los pies hoy? - pregunta sospechosamente, está siendo la fiesta de mi hermano, no quería disfrutarla y beber.
- No le digas a mi médico, por favor - pido, mordiéndome los labios sensualmente.
- Tienes que tomar tu medicina.
- ¡Vaya! Vicente, déjame. Estaba triste, quería beber.
- Está bien, esta vez se pasa - besa mi frente - Mañana te llevaré a cenar a un restaurante muy romántico. No hace falta que nos escondamos, serás la señora Vice