Estaba suspirando entre nubes por lo que había pasado con Rafael. Aún tenía el olor a chocolate y menta de su aliento pegado a mi nariz, esos segundos de cercanía me habían devuelto todas las ilusiones. Ya me empezaba a imaginar cómo sería si fuéramos novios, tenía mi almuerzo sin tocar, y a un Mike frente a mí con el entrecejo fruncido.
-Emy, ¿Estás bien? -me preguntó.
Lo miré -¿Ah? Sí, estoy bien. -empecé a comer.
La campana sonó -No comiste nada.
-No tengo hambre-nos levantamos para ir a clases.
-No me dio tiempo antes, pero ¿nuevo corte de cabello?
-Sí, ¿qué piensas?
-Está bien creo-se encogió de hombros, le di un golpe juguetón riendo.
Tenía clase de arte así que solté en el lienzo todas las emociones que sent&ia