Nina
La risa de Enzo era contagiosa cuando bajé de un salto del cofre de mi coche.
El incidente del mapache, la misión del pastel casi abandonada y ahora la grúa remolcando mi coche... era algo absurdo que solo me podía pasar a mí.
"Ridículo", reprendió, sonriendo mientras llamaba a la grúa y subía