— ¿Dónde estás Leia? – se preguntó el pelinegro mientras pasaba por segunda vez por los sanitarios más cercanos a la que fue su sala. —¡Disculpa! – le habló a uno de los encargados del servicio del establecimiento — ¿Hay alguien en los baños? – cuestiono James.
El anciano sujeto lo vio extraño.
—Estoy buscando una amiga, es bajita de estatura y pelo largo y cobrizo — informó al percatarse.
—Me temo que no… los sanitarios están vacíos — mencionó al voltear al lugar del cual recién salía.
James solo asintió y se giró para seguir buscando.
“Soy un imbécil … debí suponer que algo así pasaría” … se regañó mentalmente “&ique