— Lo siento, no entiendo de lo que estás hablando. — Respondió Valiester, visiblemente tenso, con la mirada inquieta evitando los ojos de su compañera, y los puños tan apretados que sus nudillos emblanquecían.
— Su excelencia no puede no saber de lo que hablo, la masacre que marcó una época. — Contestó Aenteiris confundida, una persona tan letrada como lo era Valiester, no podía desconocer hechos históricos de los cuales, en cierto modo, él mismo era parte.
— No estoy diciendo que no sepa de lo que hablas, — Corrigió Valiester. — Sino que no entiendo que tendría que ver eso conmigo, yo nací en Sefalis, lejos de la capital.
A pesar de que Valiester se esforzaba en mantenerse amigable y guardar calma, la forma en la que sus ojos iban de un lugar a otro, o cómo de repente le dió un tic
Autora al habla: Estoy emocionada de ya estar terminando este mini arco sobre la estancia en el palacio y la convivencia con los nobles, ¡Cada vez más cerca de la acción!