Bajamos juntos de la patineta, la abrazo y saqué fotos de nosotros. Tiré varias cuando practicaba y estas son las últimas.
—Tenemos que comer algo, nena.
—Afirmativo —su mano se dirigió a su vientre y la llevé de la mano.
Ha pasado la prueba mi nena. Son las 4:30 de la tarde, al entrar a la cocina veo a mi mamá y nos sonríe.
—Llegaron justo a tiempo —se limpió la mano con papel secante—. He preparado arroz blanco, habichuelas y carne frita —se me hizo agua la boca—. Esperen en el comedor, tu padre está allí.
Tiara se sonroja, siento su tensión y suelto las cosas en la mesa que hay en la cocina.
—Mamá, huele delicioso —dije aspirando como perro—. Solo nos lavamos las manos y los acompañamos.
La llevé hasta el fregadero, nos limpiamos las manos y le doy papel de toalla. En silencio fuimos hacia el comedor. Mi padre está en la cabeza de la mesa, muevo la silla para Tiara y luego que se acomoda me siento. Quedé al lado de mi papá y nos sonrió.
—¡Qué bueno que nos acompañes, Tiara! —Mi