Ximena quedó desconcertada por las palabras de Isabella.
—¿Qué... qué quieres decir?
La furia en el rostro de Isabella haría dudar a cualquiera sobre qué le había hecho Lisandro. Pero Ximena sabía que Lisandro no le haría nada a Isabella. Ni el aspecto de Isabella ni su presencia, su gusto por la mo