—¿Quién dice que somos amigos? ¡No tengo interés en ayudarte! ¡Cada quién con lo suyo! ¿Qué tengo que ver yo con tus problemas? —Raquel sacó su teléfono de su bolsa—. ¿Cuánto costaron las dos botellas de vitaminas que me compraste? Te las pago ahora mismo.
—Un dólar, no te preocupes —dijo Jorge, res