Ximena salió de la estación de tren y, al instante, divisó a Lisandro esperándola en la salida. Corrió hacia él y lo abrazó fuertemente.
—¿Lis, qué haces aquí? —preguntó ella sorprendida.
Con un brazo rodeando la delgada cintura de Ximena y el otro sosteniendo su maleta, Lisandro comenzó a caminar h