—¿Qué tonterías estás diciendo, niña? ¿Qué es eso de un romance tardío?
Lorenzo rugió, su rostro enrojecido de ira. Viendo que aún había sirvientes en la sala, gritó de nuevo.
» ¡Todos fuera de aquí!
—Abuelo, ¿no será que te estás sonrojando? —Rocío abrió los ojos sorprendida.
—¿Sonrojarme? ¡Qué va!