Ximena subió rápidamente las escaleras, primero se detuvo frente a la puerta de Sofía y luego frente a la de Mariana. Levantó la mano para tocar, pero finalmente decidió no hacerlo.
En los días siguientes, Sofía y Mariana siguieron saliendo juntas, riendo y charlando, como si hubieran regresado a ti