Iván estaba muy sucio, parecía que no se había bañado en todo un año.
Las heridas en su cuerpo, ya formando costras, se mezclaban con la suciedad, algo difícil de limpiar para un niño tan pequeño.
Ximena y Lisandro se turnaron para convencerlo, hasta que Iván señaló a Lisandro, permitiéndole quedars