—¿Qué podría haber de mentira en esto?
—¿Lo viste con tus propios ojos? —insistió.
Ximena se quedó paralizada y negó con la cabeza. En aquel momento, ella había perdido mucha sangre, habiendo rondado la muerte. Estuvo inconsciente durante tres días y tres noches, casi perdiéndose en la oscuridad. So